En la riera de Vilamajor, habitualmente los meses de junio, julio, agosto y septiembre, el agua se seca en la parte más baja. En otros tiempos, el arroyo era un surtidor de agua abundante y fresca. En alguna ocasión, un invierno en que había llovido muy seguido, estuvo a punto de llevarse el antigua puente de Sant Antoni de Vilamajor. Como curiosidad, también se habían visto peces, en el arroyo.
